1.1 - Nosotros y la modernidad
Este trabajo, realizado en el marco del Seminario de Informática y Sociedad, de la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires) proponer recorrer una problemática compleja, profunda, inevitable: cuestiona la Modernidad como identidad cultural, como estilo de vida apropiado, y como proyecto de renovación tecnosocial, forma y sustancia de nuestras sociedades industriales. Internet y el Proyecto Moderno pretende reflexionar sobre el fenómeno de las Nuevas Tecnologías de la Información y su enorme potencial cognitivo y comunicacional, entendiendo a internet como una relación social mediada por la técnica. Se entiende que en este contexto, internet se enfoca desde una perspectiva integradora de la tecnología como herramienta, conocimiento y fenómeno social; se invita la reflexión sociológica "a propósito de Internet", como propone Emilio Cafassi entre los objetivos del seminario.
La modernidad como identidad cultural, como modo de vida, esta ilustrado en el Brindis por la Modernidad, de Marshall Berman: "Todos los hombres y mujeres del mundo comparten hoy una forma de experiencia vital -experiencia del espacio y el tiempo, del ser y de los otros, de las posibilidades y los peligros de la vida- a la que llamaré modernidad. Ser modernos es encontrarnos en un medio ambiente que nos promete aventura, poder, alegría, crecimiento, transformación de nosotros mismos y del mundo -y que al mismo tiempo amenaza con destruir todo lo que tenemos, lo que sabemos, lo que somos. Los ambientes y las experiencias modernas cruzan todas las fronteras de la geografía y la etnicidad, de las clases y la nacionalidad, de la religión y la ideología: en este sentido, puede decirse que la modernidad une a toda la humanidad. No obstante, esta unión es paradójica, es una unión de la desunión: nos arroja a un remolino de desintegración y renovación perpetuas, de conflicto y contradicción, de ambigüedad y angustia. Ser modernos es ser parte de un universo en el que, como dijo Marx, "todo lo sólido se evapora en el aire" (...).
El remolino de la vida moderna se alimenta de muchas fuentes: los grandes descubrimientos en las ciencias físicas, que cambian nuestras imágenes del universo y nuestro lugar en él; la industrialización de la producción, que transforma el conocimiento científico en tecnología, crea nuevos medios humanos y destruye los viejos, acelera el ritmo de vida , genera nuevas formas de poder jurídico y lucha de clases; inmensos trastornos demográficos, que separan a millones de personas de sus ancestrales hábitats, arrojándolas violentamente por el mundo en busca de nuevas vidas; el rápido crecimiento urbano y con frecuencia cataclísmico; sistemas de comunicación masivos, dinámicos en su desarrollo, que envuelven y unen a las sociedades y las gentes más diversas; estados nacionales cada vez más poderosos, que se estructuran y operan burocráticamente y se esfuerzan constantemente por extender sus dominios; movimientos sociales masivos de la gente y de los pueblos, que desafían a sus gobernantes políticos y económicos, intentando ganar algún control sobre sus vidas; y finalmente, un mercado mundial capitalista siempre en desarrollo y drásticamente variable, que reúne a toda esa gente e instituciones. A los procesos sociales que dan vida a este remolino en el siglo XX y lo mantienen en un estado de conversión perpetua se los agrupó bajo el concepto de modernización. Estos procesos histórico-mundiales provocan una variedad sorprendente de visiones e ideas que tienen como finalidad hacer del hombre y la mujer tanto los sujetos como los objetos de la modernización, darles el poder para cambiar el mundo que los está cambiando a ellos, permitirles entrar en el remolino y que lo hagan suyo" (1).
El proceso histórico de nuestra modernidad comienza hace prácticamente dos siglos (fines del XVIII) como fruto de tres grandes revoluciones protagonizadas por una misma clase social, que accede al poder proclamándose consciente de sí misma: la burguesía. La Ilustración, revolución ideológica, propone una nueva comprensión de la realidad, teorizando acerca una nueva forma de Estado que garantizase a nivel individual la libertad, la seguridad y la prosperidad y que, en consecuencia, fuera representativa de la mayoría; la Revolución Francesa es el hecho político por el cual la burguesía ejerce la emancipación frente a viejas tiranías conservadoras (monarquía, lglesia, Antiguo Régimen) proclamando nuevos sujetos históricos: el individuo libre y el pueblo; y la Revolución lndustrial, una nueva organización tecnoeconómica que afectará a la sociedad en su mismísima estructura.
Estos cambios configuran a su vez un nuevo paradigma sociotecnológico: el capitalismo, un nuevo modelo de relaciones y sistemas tecnosociales (modos de ser en el mundo) sostenidas por el nuevo escenario urbano, la ciudad como expresión de la nueva comunidad, que se superpondrá de manera rotunda, a veces dramática, al medio ambiente natural. La promesa hoy día es, en el mejor de los casos, la aldea global; la amenaza, paradójicamente, nuestra posible extinción.
1.2 - Objetivos del trabajo
Este trabajo propone, entonces, abrir una línea de reflexión acerca de la Modernidad como identidad, como proyecto tecnosocial, como modelo de futuro. Entiendo que el problema del futuro en la modernidad atraviesa varios niveles y dominios de discusión; y quiero situar estas conversaciones en nuestra actualidad cultural, escenario que ya está hablando acerca de un Nuevo Orden Mundial para el 2000, producto del cambio sociotecnológico a nivel global. El nivel simbólico tiene parte de sus raíces en esa futurología que siempre acompañó la irrupción de las nuevas tecnologías en el seno de nuestra cultura compartida, la Modernidad y sus discursos de autonomía. A mi entender, este mensaje podría insertarse incluso en el campo de la prospectiva o historia del futuro.
"Prospective, Futurology, Forecast, Futuribles, todos estos enfoques comparten su objeto de estudio: el futuro; y cada uno, desde su perspectiva se encuentra abocado a su construcción. Para ello, desarrollan "futuros", "futuribles", "previsiones", "prognosis".
Desde que se inició el moderno negocio de la anticipación, durante la Segunda Guerra Mundial, se han desarrollado múltiples espacios, foros, organizaciones, etcétera, quienes terminada la guerra, iniciaron la planificación para la paz ... Gastón Berger se atrevió a volver necesario el uso de la prospectiva, en orden con su profunda convicción de que el futuro no venía inmediatamente después del presente, este se diferencia del presente porque "las consecuencias de nuestras acciones tendrán un efecto en el mundo muy diferente a cuando las iniciamos". Después de Gastón Berger llegó en 1960 la asociación Futuribles, la cual sería descripta más tarde por Bertrand de Jouvenel, su fundador, como "una asociación de investigación formada en París, gracias a la ayuda de la Fundación Ford, por un pequeño formado por un gran número de nacionalidades y especialidades unidas por la convicción común de que las ciencias sociales pueden orientarnos con respecto al futuro. Por qué darle el nombre de Futuribles a este nuevo campo de investigación? Por qué no hablar como muchos otros de proyección, precisión, predicción, anticipación? Porque, dichos términos, según Jouvenel, no alcanzan parra describir sus intenciones y métodos: "El término Futuribles es un rótulo para un emprendimiento intelectual. Cuando la mente está enfocada directamente hacia el futuro nuestro pensamiento es incapaz de agarrar/comprender el futuro, las cosas que van a ser. En su lugar, consideraremos los futuros posibles. ...Pero el estado futuro de los hechos entran el la clase de ‘futurible’ sólo si este modo de producción desde el presente es plausible e imaginable" (2).
1.3 - Función social del diseño
Se pregunta un diseñador: "Qué razones pueden mencionarse que sugieran una necesidad de "elegir el futuro" -predecir o formular hipótesis sobre formas y aplicaciones alternativas de la tecnología-, y evaluar y discutir ampliamente estas alternativas? Es posible dar cierto número de razones o ejemplos detallados. Hay, quizás, tres grandes categorías en que podemos clasificar estas razones:
1- Crisis / crítica. La tecnología moderna causa crisis ecológica y en el medio ambiente, y debe afrontar las crisis de energía y de agotamiento de recursos; asimismo, se la critica por ser alienante social y psicológicamente.
2- Ética / valores. Es éticamente correcto que las sociedades democráticas debatan de manera pública y elijan caminos alternativos para el desarrollo futuro; se está produciendo un profundo cambio de valores, al menos en algunos sectores de la sociedad, que cuestionan a las opiniones antes comúnmente aceptadas sobre lo que constituye el progreso tecnológico.
3. Proliferación de posibilidades. El ritmo de cambio tecnológico y la proliferación de productos tecnológicos provocan ahora, probablemente por primera vez en la historia, una compleja serie de posibilidades que necesitan elección y control" (3).
1.4 - La dimensión ética del problema cultural
En el caso de internet (como paradigma de la informatización y la tecnología) la identidad cultural no es, por cierto, una cuestión meramente tecnológica; sino un proceso que se constituye articulando y construyendo la integración de la Tecnología con el otro gran polo productivo -en un sentido biológico-, que es la Sociedad, constituida a su vez por las necesidades, recursos y proyectos humanos y, también, los del medio ambiente natural. Dado que la sociedad se moderniza a la par del cambio tecnológico; es justo debatir públicamente la dirección del cambio, expresada, en cada caso, en el sentido del Mal o del Bien.
Por esta razón, este trabajo propone recorrer a una dimensión poco explorada al hablar de tecnología, y es el proceso de naturaleza humana que lleva al cambio social; aquél que, debido a nuestra necesidad ética, a las crisis tecnoecológicas y a los medios para sanearla que aporta la presente revolución tecnológica, la sociedad en su conjunto debe elegir protagonizar, si se propone efectivamente hacer uso de la nueva tecnología en beneficio de las comunidades, permitiendo mejorar las condiciones de vida y bienestar etcétera. Entonces internet sí, como redes de conversaciones para el compromiso y la acción.
La reflexión propuesta impone, inevitablemente, su condición interdisciplinaria. Este texto es construido con el aporte de varias disciplinas: la ecología política (Alain Lipietz), teoría de las organizaciones (Fernando Flores, Terry Winograd, Alejandro Piscitelli), el diseño (Tomás Maldonado, Gui Bonsiepe, Nigel Cross), la economía (Carlota Pérez) y la investigación tecnológica (Michael Resnik, del Instituto Tecnológico de Massachusetts) configuran el cuerpo teórico que construirá la trama con la cual pretendo ponerle palabras a la lógica de la necesidad del cambio, siempre en el sentido de ampliar la comprensión de lo humano.
Dice el biólogo chileno Humberto Maturana: "Cada vez que creamos un espacio de convivencia y reflexionamos en él a través de mirar las consecuencias de nuestro quehacer en él, puede surgir algo nuevo" (4). Espero que la navegación por la lógica de lo nuevo que esta reflexión pretende esbozar, conduzca a buen puerto.
1.5 - La actitud proyectual
Dice el diseñador Ted Nelson que escribir es un caso especial de diseño, más aún de los más arbitrarios e indeterminados. Este trabajo, dado mi carácter de diseñadora, ejerce la libertad proyectual para descubrir rupturas; rupturas, en el sentido que nos propone otro diseñador. "Una ruptura es parte constitutiva de cualquier diseño, no debido a la falta de competencia profesional del diseñador, sino debido a la naturaleza del proceso de diseño. Una ruptura no es una situación negativa a ser evitada, más bien una situación de no-obviedad. En ella el reconocimiento que algo está faltando lleva a revelar (generándose por medio de nuestras declaraciones) algún aspecto de la red de herramientas con las que nos hallamos relacionados por el uso. Una ruptura revela el conjunto de relaciones necesarias para realizar nuestra tarea. De ahí surge una clara pauta para el diseño: anticipar las formas de ruptura y proporcionar un espacio de posibilidades de acción en el caso que una ruptura ocurra. Lo que puede diseñarse son ayudas para aquellos que viven en un dominio particular de rupturas. Estos apoyos incluyen entrenamiento, el desarrollo de una comprensión adecuada del dominio en el que se producen las rupturas y también el desarrollo de habilidades y procedimientos necesarios para reconocer lo que se ha roto y como resolver la situación creada" (5).
El diseño aporta su visión de ruptura, en este contexto, para ponerle palabras (gracias a internet?) al cambio; cambio en el conocer, en el crear y en el proyectar: un cambio de actitud y una nueva identidad.
2- ARQUITECTURA TECNOLÓGICA
2.1 - Internet como proyecto
Los años ochenta presenciaron el advenimiento de la "sociedad de la información" y figuran ya en la historia de la comunicación como el decenio de la gran evolución tecnológica. La explosión de las tecnologías de la información dio lugar a un profundo cambio que va extendiéndose por toda la vida social. Este cambio transforma todos los sectores de actividad y lleva consigo grandes mutaciones en los campos económico, social y cultural. Tanto es así que hay quienes postulan la emergencia de un nuevo orden cultural, la cibercultura, que no sólo implica nuevas condiciones socioculturales, sino que además tiende a alterar aspectos importantes del orden dominante.
Podemos inferir, por una parte, que la comunicación está siendo enriquecida por las nuevas tecnologías de acceso al conocimiento; y, por otra, que el nacimiento de una nueva cultura interconectada, producto de la comunicación digital, tenderá a la supresión de barreras geográficas y en ciertos aspectos económicos (aspecto tecnológico) y a la modificación de los valores convivenciales asociados (aspecto sociológico) basado en el desarrollo de compartir solidariamente la información básica en el entorno de las nuevas redes computacionales y autopistas de la información (instrumentabilidad técnica).
El progreso tecnológico de los últimos años se ha derivado, por una parte, de los espectaculares progresos de la informática y, por la otra, de la interpenetración creciente de la informática, las telecomunicaciones y el sector multimedia y audiovisual. Podemos hablar pues de una "revolución digital" que se refleja no sólo en el advenimiento de nuevos materiales y sistemas de comunicación, sino en la aparición de nuevos procedimientos y contenidos. En los umbrales del año 2000, la investigación tecnológica conoce un crecimiento fulgurante y los progresos actuales no son más que la antesala de transformaciones aún mayores, con el advenimiento, a mayor o menos plazo, de la computadora de quinta generación, la inteligencia artificial, los sistemas expertos y el lenguaje natural. La novedad de estos instrumentos, sin embargo, no estriba tanto en la ampliación de la gama de medios de comunicación como en la aparición de un nuevo contenido técnico (integración de la informática, interactividad, paralelismo, inteligencia distribuida, etcétera) que responde a una lógica distinta. Son los propios principios técnicos de estos instrumentos los que les confieren un valor original e inédito.
La tecnología de las computadoras, asociada con las telecomunicaciones (informática más telecomunicaciones = telemática) han posibilitado así la extraordinaria virtud de interconexión entre las computadoras personales (PC) configurando una arquitectura tecnosocial particular. Internet es así una red de computadoras conectadas de modo tal que grandes grupos de grupos o personas puedan comunicarse entre sí, para intercambiar datos y compartir recursos, ofreciendo a sus cada vez mas numerosos usuarios con una amplia variedad de interesantes ventajas y posibles aplicaciones. Lo novedoso de esta industria cultural, entre otros aspectos, es la potencial capacidad de reproductibilidad técnica de sus contenidos, lo que incide en forma directa en los costos de producción y criterios de consumo de los productos y servicios ofrecidos por el nuevo mercado de la información.
Puede decirse que las redes son las estructuras que fueron tornándose cada vez más posibles gracias al progreso técnico: del correo y telégrafo al avión, la radio, el teléfono, el fax y los medios masivos de comunicación, el mundo se transformó en una inmensa red con cada vez menos barreras a la libre circulación de información. Las actuales posibilidades ofrecidas por la telemática - en la rapidez de la comunicación, la disponibilidad de información y el acceso al conocimiento - pueden dar una extrema eficacia a las redes constituidas con objetivos específicos, así como asegurarles efectivamente plena libertad de circulación de informaciones.
2.2 - lmpacto social del cambio tecnológico
Dicen diseñadores de la Open University inglesa: "Probablemente esté usted familiarizado con la idea de que el cambio tecnológico (que por ahora definiré como un cambio en la gama de tecnologías disponibles) tiene consecuencias sociales. Comúnmente estas consecuencias se ven en términos de los efectos inesperados o indeseados que se producen cuando se introduce un nuevo producto, técnica o sistema en la sociedad. Así por ejemplo, las consecuencias del automóvil privado se ven no sólo en términos de la movilidad personal, sino también de la congestión del tráfico, de los accidentes, de la decadencia del transporte público, de la descentralización urbana, etcétera. Sin embargo, tal como veremos en estos capítulos, las consecuencias del cambio tecnológico llegan más allá de lo que el ejemplo anterior sugiere. Y esto porque el cambio tecnológico no sólo provoca innovaciones en los productos, como el automóvil, sino que también se incorpora a los medios de producción, como por ejemplo cuando una tarea manual se mecaniza o se adopta un proceso industrial más eficaz".
En su aspecto social, los nuevos métodos de producción y los productos y servicios nuevos son factores importantes para el crecimiento económico; es decir, para aumentar el volumen de los bienes y servicios producidos en una sociedad. El cambio tecnológico, por lo tanto, está relacionado con el proceso de industrialización, aspecto técnico de la modernización social: el surgimiento de sociedades basadas en la producción industrial, el mercado de masas y el comercio internacional. En realidad, por su dependencia de los bienes y servicios creados por la producción industrial, es por que a su vez dependen de la tecnología, que se llama "industrializada" en las sociedades modernas.
Evidentemente, no basta con considerar las consecuencias del cambio tecnológico tan sólo en términos de sus efectos inesperados o no deseados, o ambas cosas a la vez: "Pese a que los efectos secundarios inesperados/indeseables del cambio tecnológico, como el ruido de los aviones a reacción comerciales, las luchas de poder, la contaminación del aire y del agua por procesos industriales, las crisis ecológicas, la muerte en la carretera, la creación de aburridos trabajos de producción, la tragedia de la talidomida, y cosas por el estilo, han causado una preocupación generalizada en las sociedades industriales avanzadas, los efectos intencionales (o primarios) del cambio tecnológico tienen razonablemente una importancia más fundamental en la sociedad. Los ejemplos de estos efectos de primer orden incluyen el crecimiento de la productividad de la mano de obra en la agricultura y la industria con la mecanización, la creación de una creciente variedad de bienes y servicios de consumo, el aumento en el poder de armas de todo tipo, el alunizaje del hombre en el satélite terrestre, el creciente tamaño y complejidad de las plantas industriales y sistemas tecnosociales, etcétera.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con este análisis de las consecuencias del cambio tecnológico. David Dickson, en su libro Alternative Technology, rechaza la distinción entre efectos primarios y secundarios; y en su lugar considera que las consecuencias del cambio surgen tanto de la naturaleza específica de la tecnología que yace bajo el capitalismo industrial, como de los usos a los que se destina. La naturaleza de esta moderna tecnología industrial, afirma, está muy condicionada por factores, políticos y económicos. La contaminación del medio ambiente y los trabajos aburridos, según Dickson, no son, por tanto efectos secundarios desafortunados, sino consecuencias directas de un tipo de tecnología desarrollada en la economía y la política del capitalismo industrial. (...) Resumiendo, pues, la tecnología es una fuerza especialmente dinámica y crucial para el cambio en el mundo moderno. Sus consecuencias humanas, sociales y en el medio ambiente nos obligan a reexaminar el papel social de la tecnología y a buscar formas de reorientar el cambio tecnológico. Esto, a mi ver, significa estudiar las interrelaciones entre la tecnología y la sociedad" (6).
Reflexionar acerca de la relación entre tecnología y sociedad significa casi necesariamente discutir sus implicaciones económicas, políticas y culturales; las cuales se miden acorde a la escala de valores compartidos por los miembros del sistema. Tal es la trascendencia de nuestra identidad industrial.
2.3 -El factor innovación
Dado que la tecnología es el "cómo" y el "qué" de la producción, ésta es una cuestión esencialmente social y económica. El proceso de avance tecnológico, en términos de producción de conocimientos e invenciones es un proceso cada vez menos autónomo, pues los criterios económicos se encuentran siempre implícitamente presentes en la mente de científicos e ingenieros. Por otro lado, la innovación, es decir, la aplicación y difusión de técnicas específicas en la esfera productiva, está fuertemente determinada por las condiciones sociales y las decisiones tomadas en aras del beneficio económico. De allí que el cambio técnico pueda ser acelerado o frenado por factores sociales y económicos.
Según la economista venezolana Carlota Pérez, en los últimos años las ciencias sociales han dedicado grandes esfuerzos para analizar el carácter de esta interacción tecno-económica. De las metodologías existentes para abordar una investigación acerca de esta compleja relación, Pérez centra su atención en un "patrón de evolución" de cada innovación particular, lo que conduce a la noción de "trayectorias tecnológicas". Este concepto describe el camino recorrido por una tecnología dada desde su aparición hasta la madurez, a través de un proceso de mejoras incrementales sucesivas, en el cual los nuevos elementos técnicos se van mostrando capaces de superar los cuellos de botella específicos de las tecnologías maduras existentes. De esta manera "la imitación y la innovación en base a los nuevos caminos abiertos conducen poco a poco a una convergencia sinergética, definiendo un nuevo modelo general a seguir. Cada nuevo modelo se basa en un conjunto distinto de principios de "sentido común", los cuales apuntan hacia una nueva frontera en términos de "práctica productiva óptima", y por ello está destinado a transformar todo el sistema tecno-económico".
Este modelo-guía general es el "paradigma tecno-económico", que a medida que se generaliza "introduce un fuerte sesgo en la dirección de la innovación, tanto en el terreno técnico como organizativo". El elemento orientador o principal principio organizador de este mecanismo selectivo sería un factor clave o insumo -o conjunto de insumos- capaz de ejercer una influencia determinante en el comportamiento de la estructura de costos relativos.
Sin embargo, una vez establecidos sus elementos principales, un paradigma tecno-económico crece en complejidad y coherencia yendo mucho más allá del simple cambio técnico y afectando todos los aspectos del sistema productivo. La constelación completa -una vez cristalizada- comprende: a) nuevos conceptos de eficiencia para la organización de la producción a nivel de planta; b) un nuevo modelo gerencial y organización de la empresa; c) un nivel significativamente menor de requerimientos de trabajo por unidad de producto, con un perfil distinto de calificaciones; d) un fuerte sesgo hacia el uso intensivo del factor clave en la innovación tecnológica; e) un nuevo patrón de inversión, orientado hacia los sectores relacionados con el factor clave, impulsando e impulsado por la inversión en una nueva red de infraestructura; f) un sesgo en la composición de la producción, con mayores tasas de crecimiento de los productos relacionados con el uso del factor clave; g) una redefinición de las escalas óptimas resultando en la redistribución de la producción entre empresas grandes y pequeñas; h) un nuevo patrón de localización geográfica de la inversión, basado en la transformación de las ventajas (y desventajas) comparativas; y) la reestructuración de las relaciones inter-ramas, donde las ramas que producen el factor clave y las que lo utilizan más intensivamente pasan a ser los motores del crecimiento general, generando también una nueva gama de actividades "inducidas", las cuales tienden a proliferar y multiplicarse una vez desencadenado el nuevo ascenso económico.
2.4 - Microelectrónica e Internet
Hasta hace poco tiempo, analiza la economista, la fórmula productiva estaba dada para la conjunción del petróleo barato; el cual, junto con los insumos petroquímicos y otros materiales energético-intensivos, sustentó el paradigma de producción en masa, desplegando plenamente a partir de la segunda post-guerra y hoy agotado. Hasta ahora el petróleo fue el motor de la maquinaria capitalista moderna, impulsor del crecimiento de las industrias de ingeniería pesada, mecánica, eléctrica, química, y otras productoras de bienes masivos para los mercados de consumo y militares.
El modelo de eficiencia para la organización del trabajo era el proceso continuo o línea de ensamblaje para la producción masiva de productos idénticos. El tipo ideal de empresa era la "corporación", manejada por una jerarquía administrativa y gerencial, de carácter profesional y claramente separada de las actividades de producción. El sistema requería cantidades crecientes de mano de obra especializada, tanto de planta como de oficina. Se beneficiaba de economías de aglomeración y se basaba en y propulsaba el crecimiento extensivo de una red de carreteras y de un sistema de distribución del petróleo y sus productos (incluyendo la electricidad), para alimentar un sistema energético-intensivo de producción, de transporte y de modo de vida de la población.
La microelectrónica, el nuevo modelo paradigmático que se desprende del tipo de innovaciones tecnológicas con que nos enfrentamos, configura una nueva trama que crece en complejidad, yendo más allá del simple cambio técnico y afectando casi todos los aspectos de nuestro sistema cultural. "Históricamente, cuando las transformaciones estructurales necesarias han sido finalmente efectuadas para crear el marco adecuado al nuevo modo de crecimiento, éstas han afectado generalmente, entre muchos otros, los siguientes aspectos legales y organizacionales de la sociedad: a) las formas específicas de operación y regulación de los diversos mercados (de producto, de trabajo, de capital financiero) tanto a nivel nacional como internacional; b) la organización del sistema bancario y de crédito; c) la relativa proporción y el carácter de las responsabilidades públicas y privadas en la generación, distribución y redistribución del ingreso, junto con los arreglos sociales correspondientes; d) las formas de organización de los trabajadores y de otros grupos sociales junto con el marco legal dentro del cual operan; e) la provisión de educación y entrenamiento en contenido, volumen y en términos del tipo de instituciones encargadas de realizarla; f) las condiciones bajo las cuales se generan, protegen y comercializan las innovaciones técnicas; g) la división internacional de la producción y los medios de reglamentación del comercio y la inversión entre países; h) el balance relativo de poder internacional y el marco para mantenerlo.
Con la amplia disponibilidad de microelectrónica barata (conjuntamente con el consiguiente bajo costo de manejo de información), se está conformando y difundiendo un nuevo paradigma tecno-económico. Ya no parece de "sentido común" continuar por el camino -ahora caro- del uso intensivo de energía y materiales. La organización "ideal" de la producción que se vienen dibujando desde comienzo de los años setenta tiende a fusionar la gerencia, la producción y la comercialización en un solo sistema integrado (mediante un proceso que denominaremos "sistemización"), para producir de manera flexible un conjunto variado y cambiante de bienes o servicios información-intensivos". Entiende la economista que las ramas motoras del crecimiento serán presumiblemente el sector electrónico y de información impulsados por, y a la vez impulsando, una red infraestructural intensiva de telecomunicaciones, la cual tendería a bajar al mínimo los costos de acceso tanto para los productores como para los consumidores (7).
Obviamente, mientras más profunda sea la comprensión de las potencialidades y limitaciones del nuevo paradigma tecno-económico, mayor será el campo de acción para moldearlo de manera imaginativa y efectiva a través de innovaciones en las esferas sociales e institucionales.
2.5 - Latinoamérica y la industria de contenido
Desde la perspectiva proyectual, el futuro del diseño en Latinoamérica consiste en desarrollar una industria con identidad cultural, es decir, rechazando un modelo de industrialización sin proyecto. Tanto el futuro del diseño industrial (orientado al software & hardware) como el de las telecomunicaciones (orientadas a la industria de contenidos), "depende menos del reducido recinto de "especialistas" que de los otros actores sociales que dan forma a las estructuras sociales y habitan en dicho medio ambiente conversacional.
Particularmente en Latinoamérica, dice el diseñador alemán Gui Bonsiepe, "se ha podido verificar que el trabajo del diseñador no trasciende el tablero y las buenas intenciones proyectuales. El desafío reta al profesional a romper el servilismo o torre de marfil, privilegiada desde un modelo taylorista y fordista, y a confrontarse con los propios problemas de la producción de la periferia. Un diseño que no tome a su cargo los a veces desgastantes y descansados desafíos de la dura realidad social de los países en desarrollo, (comenzando gracias a Internet por la Educación, por favor) simplemente se queda fuera del incipiente mercado mundial que se da a conocer como la sociedad de la información" (8).
Fuerzas globales, sociales y tecnológicas, han hecho añicos a las comunidades tradicionales en muchos sentidos; la dinámica de la globalización, su errancia, ha roto los espacios vinculantes y muchas de las líneas de comunicación tradicionales, fragmentando por un lado los espacios cerrados y reticulando sociedades que habían permanecido aisladas de la complejidad del sistema mundial. Parte del déficit central radica en la asincronía existente entre la dinámica global y las dinámicas de las diversidades locales que emergen actualmente como nuevos espacios de interacción. "La planetarización de la economía, de la informática y de los medios de comunicación de masa coexisten con el racismo y la intolerancia, y con una erosión de la tierra firma y los de los valores, que arrasa con gobiernos, instituciones, clanes y familiares. Estamos en presencia, dice Michel Serres, de cien cuestiones globales que afectan al planeta y a la especie humana en su totalidad. Dicho en otras palabras, vivimos en un paisaje mundial y humano nuevo que de ahora en más transformamos en tiempo real. Las visiones tradicionales que alimentan la gestión pública y las políticas sectoriales, a menudo impiden ver la emergencia de las cuestiones nuevas, casi siempre globales y, en consecuencia, ocuparse de ellas" (9).
En tanto las nuevas tecnologías de la comunicación ofrecen oportunidades significativas para la articulación industrial de una identidad cultural con criterios latinoamericanos propios -tanto como graves riesgos- y porque la forma de la infraestructura comunicacional del mañana está siendo configurada en las intenciones de hoy, es crítico que la gente de todos los ámbitos de la vida cotidiana juegue roles más activos en este crítico período de transición.
Hasta aquí, entonces, la capacidad productiva del nuevo paradigma tecnoecológico de la microelectrónica, y la promesa de interconexión de internet. El éxito de la tarea, sin embargo, depende menos de nuestras máquinas y más de nuestra capacidad de comprensión de la profundidad del cambio y la claridad de propósito de los proyectos que las nuevas tecnologías nos posibilitan pensar.
3 - ARQUITECTURA SOCIAL
3.1 - Ecología política y medioambiente humano
Si aceptamos la proposición planteada por Cafassi, de entender a Internet como relación social mediada por la técnica, es válido también aproximarnos a él en tanto paisaje humano, por cuanto la red de redes se presentaría como un medio ambiente construido por el hombre, como fruto de la actividad humana y expresión del proyecto social.
Así lo entiende el economista francés Alain Lipietz: "En la palabra paysage (paisaje) encontramos pays (comarca), encontramos casi siempre la palabra paysan (paisano, hombre de campo, el que vive en el pays), encontramos casi siempre la palabra visage (apariencia). Un territorio, de acuerdo a nuestra concepción, es expresión de trabajo social ("paisaje: expresión de una comarca que es vista desde un solo aspecto" dice Littré): estos tres términos definen al paisaje como caso particular de ambiente humano y, por consiguiente, se apela al punto de vista ecologista. Comprender el amor y el respeto del paisaje es, en efecto, comprender lo que es la ecología política como política de la ecología humana".
La ecología entonces es el informe de una especie, de su actividad, de las condiciones externas de esta actividad modificadas por la actividad misma y sólo el tercer término (visage, apariencia) es lo que llamamos ambiente. La especie humana es el objeto mismo de la ecología, y esto incluye su actividad, "por la cual la misma se hace especie al apoyarse, por su propio peso (a veces muy lentamente) sobre su ambiente". Por esto, "hablar de ecología política no es solamente hablar de ecología humana como tal, en el triple sentido de la palabra, sino tener un punto de vista de ciudadano sobre la relación humanidad - actividad - ambiente. Un punto de vista sobre este territorio habitado, organizado por los hombres: un paisaje".
Dice el economista: "entre su necesidad (fisiológica) y su actividad, el ser humano interpone la mediación del proyecto. Es la intersección exacta de este proyecto -que se materializa en el territorio para responder a una necesidad: tierra surcada por arados, ciudades nacidas de aspiraciones-, y es entonces de esta elección ética entre el Bien y el Mal, entre lo Bello y lo Feo, que el ambiente se hace paisaje". Según Lipietz, una comarca es una comunidad de personas, no fundada sobre las relaciones de poder (región), ni sobre los vínculos de sangre (patria), sino sobre una marque (marca): el esfuerzo de sobrevivir en común que ha modelado un ambiente. En este sentido, "Nada menos "natural", nada más cultural, nada más humano entonces que una "comarca" Y es por lo tanto del lado de la "apariencia" que esta comarca es un paisaje volcado hacia la "Naturaleza". El paisaje, es la comarca puesta delante suyo como separado".
El paisaje, frente a la actividad y bajo la mirada humana, representa la alteridad, el reconocimiento de nuestra condición social. El paisaje es el fruto de generaciones de seres humanos, "de generaciones que son apiladas sobre la naturaleza, son amontonadas como capas arqueológicas al punto de convertirse en capas geológicas, se sepultan, se arraigan, se naturalizan en su propia sucesión. Cultura, segunda naturaleza, al punto de volverse naturaleza, segunda cultura, cultura anterior, tan extraña al encadenamiento de nuestras razones como un encadenamiento de montañas: baldíos industriales, cultos antiguos, fachadas pasadas de moda". Aún cuando el paisaje fuere totalmente mineral, entonces, la mirada humana lo humaniza, lo bautiza, lo "antropocentra". Por esto, "es tanto enfrente de la apariencia, como del paisaje, que la humanidad, en su capacidad de marcar el mundo, por necesidad o por juego, encuentra el problema ético, individual, social o ecológico, el problema del bien y del mal: acariciar o destruir".
Dice Lipietz: "como la caricia después de la mirada, y a veces como el beso apasionado, el paisaje vuelve a ser comarca donde se ve, en la fecundación recíproca del pasado y del presente, de la naturaleza y de la cultura. Con el tiempo, el paisaje no quedará inmóvil como la amada apariencia. Aprender a vivir con él, al hacerlo vivir negociando sus transformaciones, respetando su diversidad cuando una transformación irreversible de una de sus partes, se torna necesaria" (10).
3.2 - Lenguaje y sociedad
En el vasto medio ambiente humano comunicacional que es Internet se desarrolla la actividad del hombre, despliega en la articulación instrumentada en complejos mecanismos de interacción tecnosocial. A continuación, presento algunos conceptos de la Teoría de las Organizaciones, de A. Piscitelli, V. Bronstein y J.C. Gaillard, desde la cual se afirma "no es posible entender el surgimiento y la evolución de las organizaciones sociales sin definir previamente su dominio de existencia. Solamente cuando lo hayamos identificado, podremos comprender cómo evolucionan estos sistemas. Esto es, qué conductas adaptativas, de aprendizaje y de crecimiento desarrollarán. En este aspecto es muy importante entender cómo las organizaciones en su dinámica demarcan un límite que permite reconocer qué elementos les pertenece y cuáles no". Dos principios guías propondrán para comprender e investigar la auto-organización de los sistemas sociales; que toda organización social es una forma en el dominio lingüístico, y que toda organización social es una red cognitiva.
Por organización social se entiende a cualquier agregado compuesto por individuos. La organización puede tener un objetivo para el cual ha sido creado, por ejemplo una empresa o un club, o puede haberse desarrollado dentro de la evolución sociocultural adquiriendo distintas formas en el tiempo, como es el caso de la familia.
Según estos autores, "una organización social surge a partir de un proceso conversacional. Los participantes aceptan las consecuencias del diálogo en el cual se crea una organización. Pero lo único que se hace en este momento fundacional es conversar. Conversar de una manera particular, pero sólo conversar. Una vez iniciada la conversación: dónde existe una familia o dónde existen las Naciones Unidas?". Las organizaciones, entonces, existen en el lenguaje, siendo éste el espacio sustrato, el medio ambiente donde podemos distinguir los distintos "objetos" (individuos y organizaciones sociales) que interactúan en él. Así como admitimos que el espectáculo del universo es un movimiento incesante de nacimiento, desarrollo y destrucción de formas; el espectáculo de nuestra vida social es similar, y esta sucesión de formas tiene lugar en el espacio o dominio del lenguaje. Queda así claro cuál debe ser nuestra tarea: prever la evolución de las formas y, si fuera posible, tratar de explicarla.
En el caso de una organización, los elementos que la integran son individuos que la integran, las relaciones son los tipos de conversaciones que mantienen dentro de la red conversacional global de la organización que siempre es específica y distinguible de cualquier otra red conversacional. Esta especificidad constituye el contorno o membrana organizacional que define qué conversaciones pertenecen a la organización y que brinda los datos relevantes sobre la identidad de la organización bajo estudio.
A través del estudio de estas redes conversacionales se pueden identificar las características y formas de ejercicio de las líneas de autoridad y mando, de conocimiento, de status, de amistad, de circulación de información y cualquier otro aspecto estudiado por las teorías tradicionales del managment. La red conversacional global de la organización es la resultante de estas subredes definidas por ciertas propiedades específicas, que pueden tener relativa independencia unas de otra, pero de cuya integración resulta el orden global.
3.3 - Redes conversacionales
Llegamos así a la "cinemática" de las organizaciones , cuyo objeto es parametrizar las formas o los estados del proceso considerado, teniendo en cuenta que las organizaciones sociales son formas en el dominio lingüístico. La "materia prima" sobre la cual la teoría de las organizaciones debe trabajar está dada por lo tanto por la información en tanto conversaciones que conforman una red en la cual podemos distinguir nodos cuya estabilidad define la forma particular de la organización considerada. Estos nodos están definidos por acuerdos de segundo orden que al institucionalizarse dan lugar a las normas y roles dentro de una organización. Estos acuerdos de segundo orden son compromisos establecidos en ciertas conversaciones. Los llamamos así porque surgen de compromisos previos acerca de qué conversaciones se puede tener que generarán, a su vez, conversaciones que implicarán nuevas acciones.
A su vez, una organización está constituida por elementos que guardan determinados tipos de relaciones entre sí y por una membrana o contorno que posibilita distinguir entre el adentro y el afuera. "Si bien en una organización hablamos de una red conversacional como totalidad, también podemos distinguir subredes definidas por ciertas propiedades específicas. La red conversacional global de la organización es la resultante de estas subredes conversacionales que la componen, que pueden tener relativa independencia unas de otras, pero que forman parte de una colección única, pues por sí solas no podrían seguir existiendo. De esta forma la existencia de la red global determina las subredes que la constituyen.
A través del estudio de estas redes conversacionales se pueden identificar las características y formas de ejercicio de las líneas de autoridad y mando, de conocimiento, de status, de amistad, de circulación de información y cualquier otro aspecto estudiado por las teorías tradicionales del management.
El tipo de conversaciones que encontramos en las redes conversacionales de una organización presenta propiedades características resumibles en dos formas o movimientos conversacionales que Flores (1986) llama conversaciones para la acción y conversaciones para crear posibilidades.
Conversaciones para la acción son aquellas mediante las cuales se establecen acuerdos o compromisos, que son los que generan precisamente acciones. Cada uno de los términos de la forma canónica tendrá que ser consensuado y cumplido. Se trata de evitar así los riesgos del incumplimiento, de la mala interpretación, del fracaso de la acción. En el diálogo se trabaja para lograr algo y para evitar la frustración de fracasar en ella.
Conversaciones para crear posibilidades son aquellas que abren la posibilidad de conversaciones para la acción, pero en sí mismas no conducen al compromiso de alguna acción concreta.
Es posible que en nuestra vida cotidiana, fuera de cualquier ámbito organizacional predomine uno u otro tipo de conversaciones. Pero en las organizaciones, especialmente en aquellas que se hallan condicionadas por la búsqueda de resultados, las conversaciones para la acción son decisivas. Durante estas conversaciones ocurren acciones de pedidos, promesas, compromisos, afirmaciones y declaraciones, movimientos lingüísticos sustentadores de la mayoría de las acciones humanas. El predominio de los pedidos, acuerdos, promesas y compromisos en las conversaciones para la acción, transforma estos movimientos conversacionales en elementos clave para cualquier estudio de la red conversacional de la organización. Para entender esto es menester detenernos en el concepto de acuerdo o compromiso.
Por compromiso entendemos una obligación o responsabilidad por una acción futura que se asume a través de un acto conversacional. A través de este acto, una persona al hablar se compromete a sí misma a la inteligibilidad, verdad, sinceridad y oportunidad de lo que dice (Flores, 1989)" (11).
Por último, coexistiendo con estas conversaciones existe un trasfondo de conocimientos y valores compartidos por quienes integran las diversas subredes conversacionales de la organización. Ese trasfondo común de escucha posibilita arribar a acuerdos y cumplirlos. Existe una predeterminación social, cultural y organizacional y un cuerpo de evidencia compartidas por los miembros de la organización.
3.4 - Principios técnicos y modos de ser
La penetración de la informática en todos los sectores de la comunicación da lugar a una considerable confusión tecnológica y las líneas de delimitación de los sistemas técnicos son cada vez más tenues. "En los umbrales del 2000, la investigación tecnológica conoce un crecimiento fulgurante y los progresos actuales no son más que una antesala de transformaciones aún mayores, con el advenimiento, a mayor o menor plazo, de la computadora de quinta generación, la inteligencia artificial, los sistemas expertos y el lenguaje natural. La novedad de estos instrumentos, sin embargo, no estriba tanto en la ampliación de la gama de medios de comunicación como la aparición de un nuevo contenido técnico (integración de informática, interactividad, realidad virtual, etc.) que responde a una lógica distinta. Son los principios técnicos de estos instrumentos los que les confieren un valor original e inédito" (12).
Reflexionar acerca del impacto perceptual de las nuevas tecnologías nos lleva a replantearnos el significado y el sentido tanto del modelo diseñado como de la acción proyectual. Dice un diseñador: "Para entender los fenómenos de una nueva tecnología, tenemos que enfrentar la cuestión del diseño como fruto de la interacción entre comprensión y creación". La naturaleza trascendente del cambio tecnológico conduce ineludiblemente a hacernos "la pregunta más amplia acerca de cómo una sociedad produce invenciones cuya existencia a su vez transforma a esta sociedad. Tenemos que establecer una base teórica para mirar a lo que los instrumentos hacen, y no contentarnos con la descripción de cómo operan y funcionan. En este contexto, el diseño funcionaría como abrazadera, uniendo el pensamiento contemplativo (comprensión) e innovación (acción - creación). Mientras descripciones técnicas de nuevas tecnologías (instrumentos, herramientas) se limitan a enumerar los atributos operativos, separando al usuario con sus intereses y necesidades, de los objetos, un enfoque más perspicaz pregunta: qué es lo que la gente está haciendo con estas herramientas y qué es lo que la gente puede hacer con ellas?". Plantear esta pregunta nos lleva, entiendo yo, al terreno de las investigaciones productivas; aquellas que, en la etapa de producción del proyecto se traducen en estrategias (conocimiento aplicado).
Resulta evidente la necesidad de asumir que al diseñar herramientas, "estamos diseñando modos de ser. Esta frase revela las razones para considerar al diseño como categoría fundamental. Pues, es a través de herramientas que el hombre, no sólo se relaciona con el mundo, sino que constituye el mundo. Las herramientas no estarían consideradas como medio operativo sino como medio constitutivo, similar al lenguaje (...) En esta concepción de lenguaje, nosotros creamos y damos significado al mundo en el cual vivimos y que compartimos con otros ... Para formular el argumento en forma más radical: nosotros nos diseñamos a nosotros mismos (y a las redes sociales y tecnológicas en las cuales nuestras vidas tienen sentido) en el lenguaje" (13).
3.5 - La lógica de lo nuevo
La cuestión del lenguaje enraíza en uno de los temas filosófico-epistemológicos más controvertidos, y en los que más confusión provoca la actual revolución digital: el tema de la percepción. Es en este terreno que la lógica de lo nuevo cobra significado. La interpretación del sentido, sin embargo, no está disponible en ningún manual de computación, sino que será fruto, como la democracia, de la experiencia de los nuevos exploradores y usuarios de lo nuevo.
Según Mitchel Resnik, investigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), "ver el mundo en términos de (los nuevos modelos de) interacciones descentralizadas es un paso difícil para mucha gente. Requiere un giro fundamental en la perspectiva, una nueva manera de ver el mundo. En un nivel profundo, la gente tiene un fuerte arraigo en las maneras centralizadas de pensar". Las nuevas tecnologías, sin embargo, ofrecen "nuevas posibilidades de diseño, nuevas maneras de crear cosas con las computadoras. Pero a su vez, los nuevos paradigmas computacionales (descentralización, interactividad, paralelismo) ofrece nuevas posibilidades epistemológicas (nuevas creencias), nuevas maneras de pensar acerca de la computación y otros fenómenos del mundo" (14).
Si la interacción con las nuevas tecnologías "puede cambiar la manera en que los usuarios de computadoras piensan acerca del mundo", la actividad proyectual (qué estamos haciendo con las máquinas y qué es lo que podríamos hacer) debe cuestionarse si su impacto resulta a favor del Bien o el Mal del medio ambiente y paisaje humano. La ética (a los efectos de la higiene moral no está demás recordarlo) es un derecho y responsabilidad individual.
3.6 - Diseño y autonomía
En un artículo titulado "Aprendiendo sobre la vida" (1994), Resnik analiza el surgimiento de un nuevo paradigma (científico y operacional), cuya investigación y desarrollo van acompañados por nuevas tecnologías que a la vez producen nuevas lógicas y nuevos modos de pensar, apoyando lo que expresara Bonsiepe al respecto del carácter constitutivo del diseño, como herramienta significativa y proyectual.
"Por 300 años, los modelos y metáforas de los físicos Newtonianos han dominado el mundo de la ciencia. Newton ofreció una imagen del universo como una máquina, como un mecanismo similar al de un reloj". La ley de causa y efecto explica todos los fenómenos posibles en un mundo lineal. Según Resnik, las imágenes Newtonianas han ido más allá de las comunidades científicas, influenciando profundamente la comprensión y el trabajo en las ciencias sociales, las humanidades y las artes. "Las metáforas Newtonianas han sentado los fundamentos de cómo la gente debe pensar acerca de la ciencia -y más en general, de qué significado darle al mundo a su alrededor".
Sin embargo, en años recientes, dice el investigador, "un nuevo set de modelos y metáforas ha comenzado a difundirse en la comunidad científica, y gradualmente en la cultura a nivel general. Muchas de estas nuevas ideas no provienen de la física, sino de la biología. En un número cada vez más amplio de las disciplinas, los investigadores están considerando a los sistemas estudiados, menos como mecanismos de reloj, y más como ecosistemas complejos. Gradualmente, ideas de la ecología, la etología, y la evolución se están difundiendo más allá de sus límites disciplinarios. Ideas como auto-organización y emergence (emergencia, salida, aparición, surgimiento) están afectando la dirección y naturaleza de investigaciones de muchos otros campos, desde la economía a la ingeniería y la antropología. En general, hay un pronunciado giro hacia modelos descentralizados, cuyos patterns son determinados no por alguna autoridad central, sino por la interacción local de componentes descentralizados". El punto no consiste simplemente en entender el mundo de la biología sino en comprender que "los modelos descentralizados de los sistemas vivos proveen la base para la comprensión de muchos otros sistemas y fenómenos del mundo".
En otro de sus trabajos, Nuevos Paradigmas para Computación, Nuevos Paradigmas para pensar (1995) Resnik retoma el tema, enfatizando el giro fundamental que significan las nuevas tecnologías: una nueva manera de ver y relacionarse consigo mismo, con el mundo y con los demás. Los nuevos programas (paralelismo, interactividad, virtualidad) ofrecen, por un lado, nuevas posibilidades de diseño, nuevas formas de crear cosas con la computadora; pero también "ofrece nuevas posibilidades epistemológicas, nuevas maneras de pensar sobre computación y otros fenómenos del mundo. Un viejo dicho dice algo así: Si una persona sólo tiene un martillo, el mundo entero se le aparece como un martillo. Aportar nuevas herramientas al kit del carpintero cambia el mundo en que el carpintero mira al mundo. Lo mismo sucede, también, con los nuevos paradigmas computacionales: los nuevos paradigmas pueden cambiar la manera en que los usuarios de las computadoras piensan acerca del mundo".
4 - DISEÑO Y FUTURO
4.1 - El Proyecto Moderno
Desde la perspectiva de la ecología política, Alain Lipietz ha definido el proyecto como una mediación entre la necesidad (fisiológica) y la acción social que ha de satisfacerla: "Es la intersección exacta de este proyecto -que se materializa en el territorio para responder a una necesidad (tierra surcada por arados, ciudades nacidas de aspiraciones)-, y es entonces de esta elección ética entre el Bien y el Mal, entre lo Bello y lo Feo, que el ambiente se hace paisaje". Las Nuevas Tecnologías de la Información, como hemos visto, podrían ayudarnos a pensar y aportar instrumentabilidad técnica a los nuevos modos de ser.
Cuál es, entonces, este proyecto en común para los hombres de una civilización tan fragmentada como la nuestra, con intereses aparentemente conflictivos por un lado; y, sin embargo, con el mismo deseo sincero de curar sus heridas y desarrollarse en paz? En qué consiste la unidad que ha de posibilitar la convivencia social, de ser posible conciliar los intereses de los distintos grupos y naciones? En qué consiste, en última instancia, el Bien del que hablara Lipietz?
Entiendo que el diseñador argentino Tomás Maldonado, mejor que nadie, ha puesto palabras al Proyecto Moderno, un proyecto de sociedad centrado en la emancipación:
"El Proyecto Moderno, para decirlo en pocas palabras, no es otra cosa que el proyecto democrático, proyecto que parte de la convicción de que una sociedad democrática no sólo es deseable sino también factible; que una sociedad democrática, asegurando a sus miembros el pleno ejercicio de la libertad y de la justicia, así como la equidad en la distribución de la riqueza -y de las instalaciones del habitar-, puede abrir un proceso de emancipación respecto a los valores y a las creencias del pasado y contribuir a una transformación de la vida cotidiana de los hombres.
Ésta es una convicción que está presente en casi todo el itinerario formativo de la cultura occidental. Lo encontramos en forma embrionario y tímida, en personalidades como Bacon, como L’Abbé de Saint Pierre, como el gran Daniel Deffoe (el creador de Robinson Crusoe) que treinta años antes había escrito el primer ensayo sobre la proyectación moderna, en función de la sociedad. Y lo encontramos después en Montesquieu, en Diderot, y en el siglo XlX en Baudelaire, en Whitman, naturalmente en Marx, y más tarde en Freud. También la idea de Proyecto Moderno está en nuestro Sarmiento, gran modernizador, y obviamente en las vanguardias artístico-literarias, sobre todo en el Surrealismo, en el Constructivismo ruso y en la llamada Arquitectura Moderna. Asimismo es fuerte la presencia de propuestas y de los programas relativos al Proyecto Moderno en figuras como Le Corbusier, Gropius y otros.
El Proyecto Moderno, desde ya, no ha sido realizado. El Proyecto Moderno ha tenido y tiene una gran influencia sobre la vida cotidiana de la gente hoy y en las grandes pasiones e ideales que mueven vastísimos sectores de la población de todos los países; no interesa si esta noción de Proyecto Moderno es consciente o no-consciente, pero es importante insistir con este argumento: el Proyecto Moderno como proyecto democrático, como proyecto de una sociedad avanzada, está todavía por realizarse".
4.2- La posmodernidad y el futuro
Dice el diseñador: "El verdadero tema es el proyecto moderno, vale decir, la condición moderna como proyecto. Y si esto es el diseño -y estoy convencido de que lo sea- (...) debemos necesariamente afrontar el tema de la modernidad en todas sus implicancias, hasta en aquellas (y sobre todo en aquellas) que consideran la modernidad como proyecto de desarrollo de las fuerzas productivas, como proyecto decididamente innovador del medio social y cultural".
Maldonado habla, claramente, de la modernidad como un proyecto de renovación integral de la sociedad. En relación a la cuestión post, presente ineludiblemente en los debates de fin de milenio, aclara: "Post aparece hoy como el prefijo ubicuo mediante el cual nuestra sociedad intenta persuadirse (y persuadirnos) de tener un después, es decir, un futuro (...) El Posmodernismo, tal como el posindustrialismo, se expresa constantemente en dos direcciones contrastantes: como premodernismo, es decir, como exaltación nostálgica del mundo tradicional, del mundo -entendámonos- que precedió a la "gran transformación" y hasta la "gran instauración"; o bien, como supermodernismo, esto es, como fe ilimitada en las posibilidades de que, mediante una revolución tecnológica (y sobre todo tecnocrática) sea factible cambiar la sociedad sin tocar (más aún, renovándola) la estructura tardocapitalista. En el primero se transparenta la voluntad de rechazar globalmente la modernización; en el segundo, en cambio, la de relanzarla, pero desde el punto de vista de una ideología neoconservadora".
La modernización, entiende, "no es un tema que goce de muy buen pasado, ni siquiera puede decirse que su presente sea muy brillante. Pero no cabe duda de que hoy se hacen esfuerzos - a mi modo de ver, bastante promisorios- por liberar a la idea de modernización del sentido demasiado restrictivo que tuvo hasta ahora. A decir verdad, la modernización fue entendida hasta ahora exclusivamente como intervención, por parte de los centros hegemónicos, sobre las áreas periféricas dependientes; como colonización e integración del mundo subdesarrollado en el mercado capitalista internacional; como intento, en suma, de "occidentalización", "europeización" o "norteamericanización". En los últimos tiempos, no obstante, se comprueba una siempre mayor receptividad frente a una idea diferente de modernización, una idea que, desde una cierta óptica, aparece bastante cercana a aquella del "proceso civilizador", tal como lo trataron Norbert Elías y Darcy Ribeiro. Va, pues, delineándose una modernización que asume, como principio, la tradición de la modernidad, la "gran tradición no tradicional", pero sometida constantemente a la valoración crítica de lo que hemos llamado el proyecto moderno; un proyecto, esto es, centrado sobre la emancipación" (15).
En relación a la compleja tarea que la razón proyectual debe de afrontar, Maldonado expresa que "en primer lugar, está el propósito de situar la calidad en el centro de un programa de amplio alcance orientado a una reorganización global del actual sistema industrial. Reorganización que, teorizan algunos, debería influir también sobre el sistema de las relaciones sociales y culturales en nuestra sociedad en su conjunto. Es el programa conocido hoy entre la opinión pública con el nombre de calidad total" (16).
4.3 - Proyecto y modernidad
Otro diseñador, Gui Bonsiepe, opina que "en el centro del discurso de Maldonado se encuentra la dimensión proyectual de la modernidad, el binomio proyecto y modernidad que son dos conceptos íntimamente ligados. Esta dimensión se divide en dos grandes áreas: por un lado la modernidad entendida como objeto de la inteligencia proyectual; y, por el otro, el proyecto como rasgo dominante de la modernidad, como constante ontológica de ella (es decir, los dominios fundamentales del diseño que son un usuario o agente social; una tarea para cumplir; una herramienta o artefacto para cumplir esta tarea (acción);y una interface, que conecta los tres dominios anteriores al cuerpo humano. La interface es el dominio central, al cual el diseñador orienta su atención; através del diseño de la interface, él articula el espacio de acción para el usuario) .
Es difícil estimar en todo su alcance la radicalidad de este enfoque, que se manifiesta tanto en la audacia de la tesis como en el rigor de las consecuencias (...) Como un cirujano con su bisturí, Maldonado ha abierto el acceso al nervio central de la modernidad que es el proyecto. Un cirujano tiene que proceder con mano firme, no puede permitirse oscilaciones ni vacilaciones. Necesita actuar con determinación para levantar capa por capa del tejido de los discursos tradicionales y así llegar a la médula de la modernidad".
Maldonado es el creador del discurso del proyecto. Nadie lo había hecho anteriormente, por eso se trata de una obra de innovación radical, que traza los caminos hacia el futuro (...) siendo uno de los principios rectores del proyecto de la modernidad: el de una "Sitcht aufs Ganze (visión total)". Según el diseñador alemán, el diseñador argentino postula claramente -y de allí procede la radicalidad de las consecuencias- una congruencia entre la razón proyectual y la razón político-social, práctica y teoría de la modernidad.
Dice Bonsiepe, "en el coro de los discursos el proyecto era -y fuera de Italia lo es aún- el gran ausente, cubierto por un manto de olvido colectivo (...) Hasta el momento, en los textos de la teoría de la acción social no ha sido formulada la pregunta: Cuáles son las fuerzas que conforman el vasto conjunto de artefactos materiales y comunicativos de la civilización moderna? Aparentemente, ellos son considerados como dados, y no son cuestionados, como si surgieran por un acto de magia o gracias a una comunicación por fax desde altas esferas".
4.4 - ldentidad y diseño en la periferia
"El debate del proyecto de la modernidad surgió en el contexto de la tradición cultural europea, pero pretendía -y aún pretende- afirmar su validez y vigencia más allá de la contingencia histórica. Por lo tanto, es legítimo y hasta indispensable interrogarse por la incidencia del proyecto de la modernidad para todos aquellos países que viven al margen de los polos económicos, políticos. científicos, tecnológicos y culturales. El mundo periférico se caracteriza por la falta de un discurso de proyecto. Por eso, estos países no tienen futuro, ya que en él se despliega el proyecto y solamente a través de éste pueden apropiarse del futuro. Puesto que ellos están incorporados a la economía mundial, es necesario que transformen el proyecto en práctica social.
Actualmente, en los discursos de Latinoamérica, se escuchan declaraciones en favor de la modernidad. Se anhela pertenecer al Primer Mundo o, al menos, alcanzarlo. Aspiran a poseer tecnología, gestión, industria y educación moderna. Sin embargo, se percibe una menor disposición para establecer estructuras sociales más modernas, menos desgarradas. Así se corre el riesgo de acceder a una modernidad amputada, fraccionada.
Si observamos los grandes interrogantes del proyecto moderno detectamos tres temáticas:
1) La crisis del paradigma del industrialismo, manifestado en el fordismo (o fosilismo). Actualmente se habla de desarrollo sustentable, que se puede tomar como indicio para la lenta consolidación de una razón ecológica, con la cual la fase cow-boy de la historia humana llegaría a su fin.
2) La tensión conflictiva Norte / Sur, es decir, la relación asimétrica entre el 20 % de la población mundial en los países industrializados y el 80 % del resto de la humanidad.
3) Las contribuciones determinantes de la informática, sobre todo en los "hypermedia" y en la realidad virtual o artificial".
Según Bonsiepe, tanto la razón proyectual como el proyecto de la modernidad, encontrarán su legitimación en la medida en que logren articular dar respuestas teóricas y formular estrategias operativas en relación a estas tres temáticas, "que bien pueden dominar el debate del diseño durante la próxima década.
Si miramos al proyecto de la modernidad a partir de una perspectiva global y no de la visión restringida del pequeño grupo de los países industrializados, podemos afirmar que, recién ahora, la modernidad puede comenzar - modernidad entendida como compromiso de hacer este planeta un poco más habitable" (17).
Tal compromiso ha de coinspirarnos e impulsar los nuevos sistemas tecnosociales; de ahí la responsabilidad que implica surfear la presente ola tecnológica, distinguiendo bien entre los mecanismos del bit y la autonomía de las moléculas. La cresta de dicha ola, se sostiene, es el cambio social: una cambio en nuestra manera de plantear las prioridades, necesidades y problemas; y un cambio en la manera de satisfacerlos.
5 - CONCLUSIONES
A lo largo del trabajo se ha insistido con la palabra cambio. Entre lo que -inevitable y a pesar de nosotros- cambia, y lo que es y nunca cambiará, se inserta con el concepto de cambio un espacio para la reflexión acerca de lo nuevo. Lo nuevo, sin embargo, no remite solamente a una nueva tecnología o producto del mercado; sino a una identidad, también presente, que puede ayudarnos a recordar el camino de vuelta a la calidad del medioambiente natural, es decir, humano.
En este contexto de cambio, las Nuevas Tecnologías de la información, por su parte, "ni consideran ni generan hechos. Manipulan representaciones simbólicas que alguien genera en la creencia de que correspondían a hechos. Ha habido un notable volumen de análisis a posteriori sobre los desastrosos resultados para los militares norteamericanos en Vietnam, producidos por la fe de los jefes militares en el análisis de los ordenadores basados en "hechos" y "datos" muy distorsionados o inventados. La cuestión, sin embargo, no está sólo en la naturaleza de todo "hecho"; que se halla sustentado por un individuo en un contexto, basado en un trasfondo de precomprensión (...) (los sistemas basados en ordenadores) ofrecen un potencial para nuevos tipos de acción humana. Con este potencial vienen acompañando peligros y cegueras particulares. La cuestión no es si estos sistemas son buenos o malos sino como nuestra comprensión y el uso de ellos determinan lo que hacemos y lo que somos" (18).
Internet y otras novedosas tecnologías (correo electrónico, capacitación a distancia, intranets, base de datos, conferencias electrónicas, etcétera) están disponibles en el mercado a precios cada vez más accesibles; obviamente, su aplicación corre por cuenta de nuestra identidad, lo que querramos hacer y lo que creamos que somos. Su impacto en nuestra percepción cultural es lo que Marshall McLuham vaticinó, y nosotros experimentamos, como y con quién vivir y comunicarse la aldea global, acceder y beneficiarnos de los potenciales recursos de la red para hacer lo que elijamos hacer.
En cuanto al potencial que ofrecen estas herramientas, es cierto es que el proyecto de avance tecnológico apunta a desarrollar ciertos sistemas que amplifican nuestra capacidad de conversar. Sin embargo, hay que advertir que, como bien se dijo en la Red de Humanistas Latinoamericanos (foro electrónico), "también se amplifican las capacidades de control, mapeo ideológico de la población, invasión de la intimidad por parte de extraños (lobbies o individuos), "contrabando" ideológico, despolitización, aislamiento de los individuos del grupo familiar y de la sociedad". Es decir, Internet ofrece grandes posibilidades para el uso positivo y negativo de la información. Entre los varios problemas que están siendo ya planteados como temas de discusión , en el campo jurídico regulatorio, están los derechos de autor, la originalidad de los textos, la estructura del conocimiento. Otras opiniones especulan que la manipulación política de los mensajes sacados de su contexto puede afectar la reputación de aquellos que honestamente vierten sus opiniones en un medio público; cosa que también es verdad. Todas estas conversaciones están sucediendo, ahora mismo.
Por eso creo que es importante relacionar el concepto de cambio cultural con el factor de innovación tecnosocial, no sólo previendo las nuevas condiciones de producción materiales, sino también articulando las conversaciones en términos de estrategia cultural; conscientes (vamos notando las diferencias) de la necesidad de "modernizar" nuestra percepción. La revolución de las nuevas tecnologías no sólo nos permite hacer nuevas cosas, sino que también modifican patrones cognitivos, modos perceptuales de ver y mecanismos de contacto con la realidad social. El uso que les demos, sin embargo, no viene formulado en ningún manual tecnocrático; son nuestras necesidades humanas las que pueden determinar qué conductas cambiamos y cuáles no.
Aprender el nuevo lenguaje, entiendo, es encontrar nuevas formas de expresión cultural, que permitan diseñar un proyecto común a la manera de un nuevo humanismo cultural; enfoque que está de hecho emergiendo en varios emprendimientos de la red. Desde varios sectores, esta necesidad de cambio de valores, los mismos para todos los seres humanos, se hace sentir. Dice el cineasta Wim Wenders, en su film Tan lejos, tan cerca: "Un mundo seguro no puede construirse sobre la sangre; sólo puede surgir como fruto de la armonía. Nosotros los humanos, políticos, filósofos, actores, trabajadores, granjeros, gentes de todas las religiones, debemos coincidir en esto. Si nos ponemos de acuerdo en esto, resolveremos el resto" (19).
6 - BIBLIOGRAFÍA
- (1) Casullo Nicolás, compilador: El debate Modernidad - Posmodernidad. Editorial Punto Sur, Argentina, 1990.
- (2) Balza Alejandro Ruiz: Sobre la Construcción de Futuro. Revista Complejidad, Buenos Aires, 1995.
- (3) Cross Nigel / Elliot David / Roy Robin: Diseñando el futuro. G. Gili, Barcelona, 1980.
- (4) Maturana Humberto: El sentido de lo humano. Dolmen Ediciones, Chile, 1991.
- (5) Bonsiepe Gui: Las Siete columnas del Diseño. Unidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, México, 1993.
- (6) Elliot David / Cross Nigel: Diseño, tecnología y participación. G. Gili, Barcelona, 1980.
- (7) Pérez Carlota: Microelectrónica, ondas largas y cambio estructural mundial (Artículo publicado en Revista World Development - Marzo de 1985).
- (8) Bonsiepe Gui: op.cit.
- (9) Motta Raúl: Las redes sociales como interfaz de la facilitación en la dinámica global/local. Revista Complejidad, Buenos Aires, 1995.
- (10 Lipietz Alain: Le paysage*, pays** et visage***: Un punto de vista ecologista. (Artículo pubicado en Monuments hidriques N° 192 marzo-abril 1994, y fue enviado por su autor a geograhikós. Traducción de Andrés Barsky y Federico Fritzche).
- (11) Bronstein Victor, Gaillard Juan Carlos y Piscitelli Alejandro: Métodos y técnicas cualitativas de investigación en Ciencias Sociales. Secretaría de Publicaciones - Facultad de Ciencias Sociales - UBA, Buenos Aires, 1996.
- (12) Jouët Josiane y Coudray Sylvie: Las nuevas tecnologías de comunicación: orientaciones de la investigación. Estudio N° 105, UNESCO, Francia, 1993.
- (13) Bonsiepe Gui: Elementos para una manualística crítica. Gustavo Gili, Barcelona, 1980.
- (14) Resnik Mitchel: Aprendiendo sobre la vida (1994)
- Http://lcs.www.media.mit.edu/groups/el/Papers/mres/ALife/ALife.html (enero 1996)
- y Nuevos Paradigmas para Computación, Nuevos Paradigmas para pensar (1995)
- Http://lcs.www.media.mit.edu/groups/el/Papers/mres/new_paradigms/new_paradigms.html (enero 1996)
- (15) Maldonado Tomás: El Proyecto Moderno. FADU - UBA, Bs.As., 1984.
- (16) Maldonado Tomás: El diseño industrial reconsiderado. G. Gili, México, 1993.
- (17) Bonsiepe Gui: Las Siete Columnas del Diseño. op.cit.
- (18) Winograd Terry & Fernando Flores: Hacia la comprensión de la informática y la cognicion. Editorial Hispano Europea. Barcelona, España, 1989.
- (19) Wenders Win: film "Tan Lejos, Tan cerca".
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